El verano trae consigo días soleados y la oportunidad de disfrutar al aire libre, pero también aumenta la exposición a los dañinos rayos UV. Cuidar tu piel es esencial para prevenir daños a corto y largo plazo, como quemaduras solares, envejecimiento prematuro y riesgo de cáncer de piel. Aquí te ofrecemos cinco consejos clave para proteger tu piel del sol este verano.
Usa protector solar de amplio espectro
El protector solar es tu mejor aliado contra los rayos UV. Opta por un protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30. Aplícalo generosamente en todas las áreas expuestas de tu piel, al menos 30 minutos antes de salir al sol. No olvides reaplicarlo cada dos horas y después de nadar o sudar.
Vístete apropiadamente
Asimismo, la ropa puede ofrecer una barrera efectiva contra el sol. Usa prendas de colores claros, de tejidos apretados y que cubran la mayor parte de tu piel. Los sombreros de ala ancha y las gafas de sol con protección UV también son esenciales para proteger tu rostro y ojos.
Busca sombra durante las horas pico
Por otro lado, el sol es más fuerte entre las 10 a.m. y las 4 p.m. Intenta limitar tu exposición al sol durante estas horas. Busca sombra bajo árboles, sombrillas o toldos. Si necesitas estar al aire libre, procura realizar actividades bajo sombra tanto como sea posible.
Mantente hidratado
A su vez, la exposición al sol puede deshidratarte rápidamente. Beber agua regularmente no solo te mantiene hidratado sino que también ayuda a mantener tu cuerpo saludable. Lleva una botella de agua contigo y haz un esfuerzo consciente por beber incluso si no sientes mucha sed.
Cuida tu piel después de la exposición al sol
Después de pasar tiempo al sol, es crucial cuidar tu piel. Usa cremas hidratantes o lociones after-sun que contengan aloe vera o caléndula para calmar e hidratar. Si notas quemaduras solares, aplica compresas frías y evita una mayor exposición hasta que la piel se recupere.
