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ANAN presenta Morir poquito en Poplolita: música, rito y metamorfosis

Este jueves 10 de abril, el espacio cultural Poplolita, en Aguascalientes, albergará la segunda temporada de Morir poquito, el más reciente performance musical y escénico de ANAN, proyecto multidisciplinario de Natalia Gómez.

Este montaje se aleja del concierto tradicional. No hay butacas ni escenario frontal. El público deambula por el espacio y decide desde dónde mirar, cómo estar y hasta qué punto involucrarse.

No es un concierto. No es interactivo en el sentido tradicional. Es una experiencia escénica, íntima y cercana, donde el público puede moverse libremente, como en una galería”, explica Natalia en una entrevista para Líder Life.

Un origen íntimo convertido en exploración colectiva

Morir poquito nació como una canción compuesta originalmente para una coreografía de Daniela Jerez. El interés por las imágenes, el cuerpo y lo visual llevó a ANAN a expandirla en otras direcciones:

La canción fue el punto de partida. Sentí que tenía que escarbar más en ella. Entonces decidí convertirla en performance. Una forma de explorar lo liminal, ese espacio entre la vida y la muerte, entre lo que termina y lo que empieza”.

La colaboración con Remy Barrios en la música y Daniela Jerez en la creación corporal, transformó la obra en una pieza híbrida que involucra teatro físico, danza contemporánea y música en vivo.

Una escena sin jerarquías entre público y artistas

A diferencia de otras experiencias convencionales, Morir poquito busca romper las barreras entre intérpretes y espectadores. El espacio no es un lugar de contemplación pasiva, sino de circulación e inmersión, similar a una galería:

El público puede moverse, estar cerca, irse, volver. Es un espacio cambiante. Algunos sienten miedo, otros se emocionan. Yo solo abro la posibilidad”.

La iluminación —realizada por las propias intérpretes dentro de la escena con lámparas de mano— y el sonido crean atmósferas que invitan a la introspección. Se juega con la oscuridad, el silencio, el desdoblamiento de identidades y el límite de lo visible.

La pieza no intenta ofrecer respuestas. Más bien abre preguntas sobre la identidad, la percepción y los ciclos de la vida.

Morir poquito sugiere una metamorfosis hacia un estado de mayor libertad. Es como regresar a ti misma después de haber atravesado la pérdida, el desdoblamiento, la confusión. Es un tránsito. Es el bardo, el espacio entre la muerte y el renacimiento”, cuenta ANAN.

Proceso creativo sin reglas, pero con precisión

El proceso de creación fue libre pero meticuloso. Con Daniela, se realizaron residencias artísticas. Con Remy, quien ha trabajado largo tiempo con ANAN, se construyó la música cuidando cada transición.

Todo parece libre, pero cada acción está medida al segundo. Todo está calculado: cuánto dura una escena, cuándo se enciende una lámpara, qué se ve y qué no”, explica Natalia.

Este control detallado convive con la apertura escénica. Las decisiones coreográficas y musicales nacen de impulsos físicos, emocionales y simbólicos.

¿En qué momento vital se encuentra ANAN?

Hacia el final de nuestra conversación, preguntamos a Natalia sobre el crecimiento y el momento en el que se encuentra:

Si ANAN fuera una persona, ¿en qué etapa de su vida estaría ahora?

No lo dudó mucho. Respondió con la certeza de quien ha estado observando a su criatura transformarse desde adentro:

Ya tiene ciertas certezas, pero también está enojada con muchas cosas y está descubriendo puertas nuevas. ANAN está en ese momento de cuestionarlo todo”.

¿De dónde vienen y adónde van?

Tras una primera temporada exitosa, con funciones llenas en Ciudad de México, Querétaro, Guadalajara y Aguascalientes, el equipo se prepara para llevar Morir poquito a nuevos territorios. Los planes incluyen espacios alternativos, galerías, festivales de danza y centros culturales independientes. Lugares donde lo escénico se vive desde la comunidad y no desde la institucionalidad.

Queremos llevarlo a lugares como Poplolita. Son esos espacios no oficiales donde realmente ocurren las cosas, donde se cocinan las comunidades y se dice lo que se quiere decir”.

Además, el equipo trabaja en una serie de clips visuales que capturen la fuerza estética del performance. Estos materiales se compartirán en redes sociales para ampliar la vida escénica del proyecto y acercarlo a otras audiencias.

Una invitación a morir… pero poquito

Morir poquito es una propuesta escénica que busca acompañar a quienes atraviesan un umbral. Ya sea emocional, simbólico o físico. La experiencia inicia a las 10:00 p.m. Las puertas abren desde las 7:00 p.m. Los boletos en preventa cuestan $100 y en puerta $130. Pueden adquirirse en este enlace.

Este 10 de abril en Poplolita, Aguascalientes, el público podrá vivir esa transformación. Solo necesita estar presente, sin expectativas rígidas, con disposición a mirar, sentir y tal vez, morir poquito.

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