Al oriente de la ciudad de Guadalajara, nos encontramos con la impresionante Barranca de Oblatos, otro lugar mágico donde por igual se reportan ovnis y apariciones.
Conocida también como la Barranca de Huentitán, cubre aproximadamente 15 mil hectáreas y tiene una profundidad promedio de 600 metros, con una longitud de 300 km. Es un impactante cañón dragado a través de miles de años por el paso del río Grande de Santiago, el cual nace en el Lago de Chapala, el lago más grande de México.
Por sus dimensiones, estructura y belleza natural rivaliza con la Barranca del Cobre en Chihuahua y el Cañón del Colorado en EUA.
En la legendaria barranca han ocurrido lamentables hechos sangrientos de la historia de México. En el siglo XVI, en tiempos de la conquista española, se produjeron combates entre los indios de Huentitán y los españoles. En la guerra de independencia, el cura Miguel Hidalgo, a modo de escarmiento para España, se deshizo de un grupo de españoles de Guadalajara degollándolos cruelmente en el borde de la barranca. También fue lugar de sangrientas batallas durante la Revolución Mexicana y la Cristiada. Fue el escondite inalcanzable del obispo Francisco Orozco y Jiménez, el cerebro del movimiento cristero contra el gobierno del presidente Plutarco Elías Calles en 1927.
Bajar y subir la barranca es una experiencia increíble; hacerlo toma un par de horas. En el fondo del cañón hay un puente colgante sobre el río Santiago y el camino es frecuentado por deportistas, caminantes y amantes de la naturaleza. En las escaleras de la misma, en octubre de 2011, ocurrió el altercado a golpes entre los pugilistas Canelo Álvarez y el Archie Solís.
La mancha urbana de Guadalajara la ha alcanzado en uno de sus bordes. Hoy en día, en la zona del periférico y avenida Independencia, se encuentran diversas áreas urbanas: un campus de la Universidad de Guadalajara, el Zoológico, el planetario metropolitano y varios conjuntos residenciales, así como canchas deportivas y espacios para días de campo, pista para correr, un parque recreativo, el mirador y un auditorio al aire libre.
Un lugar tan extenso y recóndito tiene por lógica cientos de lugares donde se pueden observar cosas interesantes. Existen innumerables reportes de ovnis, tanto de día como de noche. El sitio es ideal para acampar y con gran paciencia esperar el momento en el que estos aparatos irrumpan en los cielos del gran cañón de occidente.
En 2017 el programa de televisión EXTRANORMAL hizo una investigación muy profesional sobre el avistamiento de luces extrañas en el fondo de la barranca. En YouTube te encuentras con decenas de videos sobre ovnis, muchos de ellos de mala calidad y manipulados; otros, muy interesantes, dignos de una buena revisión por expertos en la materia.
A 860 kilómetros al noroeste de la República Mexicana, nos encontramos con otro gran cañón: la imponente Barranca del Cobre.
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Aunque a nivel mundial se reconoce al Gran Cañón del Colorado como una de las maravillas naturales del mundo, es preciso aclarar que las Barrancas del Cobre son cuatro veces más extensas y poseen casi el doble de profundidad que aquella maravilla natural de Arizona. Tienen una antigüedad de 20 millones de años; este impresionante sistema de barrancas, es considerado como el más grande del mundo.
Famosamente conocida como la Barranca del Cobre, en realidad está conformada por cuatro profundas barrancas, cada una con su nombre y maravillas naturales propias e inigualables.
La mejor manera de recorrer este sistema de barrancas es viajando en el tren Chepe desde Chihuahua a los Mochis, Sinaloa. En el recorrido pasas más de 80 túneles y más de 300 puentes sobre ríos, bosques, montañas, valles y cañones. Las cuatro barrancas que conforman el sistema de barrancas son las siguientes:
Batopilas
Cuenta con 1800 metros de profundidad. En el fondo hay un pintoresco pueblito con su nombre, con gran trascendencia histórica como pueblo minero y considerado Pueblo Mágico. Batopilas, después de la Ciudad de México, fue el primer poblado de México en recibir luz eléctrica en 1889.
El mejor lugar para captar el paisaje del majestuoso cañón es desde el mirador La Bufa, donde se aprecia imponente el sinuoso río Batopilas.
Candameña
La barranca se encuentra dentro del Parque Nacional de Basaseachi y cuenta con mil 640 metros de profundidad. Aquí es posible entrar en contacto con las cascadas más profundas del mundo, la Cascada de Basaseachi, como puerta simbólica del cañón y, Piedra Volada, la más alta de México.
Existen varias cuevas, atribuidas a la cultura de Paquimé, algunas de ellas todavía habitadas por los rarámuris, otras ni siquiera exploradas. Sus misterios esperan ahí para ser develados por algún intrépido investigador.
Urique
Con una profundidad de mil 879 metros se yergue imponente la Barranca de Urique, bendecida con miles de pinos y encinos, que nos regalan vida y una belleza natural imponente. Cuenta con tres increíbles miradores: Mesa de Arturo, Cueva de la Virgen y Cerro del Gallo, lugares ideales para fotógrafos y amantes de los paisajes. El fondo también cuenta con sus encantos como el pueblo minero de Urique y los balnearios de aguas termales de La Huerta y Fondo de la Barranca.
Sinforosa
Con sus más de mil 800 metros de profundidad, la Sinforosa es conocida como la “Reina de las Barrancas”, sin duda alguna: el cañón más imponente de la República Mexicana. Dentro de sus caminos serranos, hay 17 misiones jesuitas, algunas de ellas dentro de una belleza natural incomparable, además de los miradores de Cerro Grande, Picacho y Guérachi; y la cascada de 30 metros de alto conocida como Salto Grande.
Como en los lugares de encanto expuestos antes, la Barranca del Cobre es un sitio que cuenta con decenas de avistamientos narrados y grabados por lugareños, viajeros casuales y ovnílogos de tiempo completo. La autenticidad de los testimonios y videos los dejo al criterio del lector.
Alejandro Basáñez Loyola, autor de las novelas de Penguin Random House: “México en Llamas”; “México Desgarrado”; “México Cristero”; “Tiaztlán, el Fin del Imperio Azteca”; “Ayatli, la rebelión chichimeca” y “Santa Anna y el México Perdido”; y de Lectorum: “Juárez ante la iglesia y el imperio”; “Kuntur el inca” y “Vientos de libertad”. Facebook @alejandrobasanezloyola.