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Cinco mitos alrededor de la salud mental que deben ser erradicados

5 mitos alrededor de la salud mental que deben ser erradicados. Foto: Matthew Ball vía Unsplash.
5 mitos alrededor de la salud mental que deben ser erradicados. Foto: Matthew Ball vía Unsplash.

La salud mental es un tema cada vez más relevante en la sociedad; sin embargo, sigue estando rodeada de mitos y desinformación que dificultan su comprensión y tratamiento adecuado.

Estos malentendidos perpetúan el estigma y, en muchos casos, impiden que las personas busquen ayuda.

Erradicar estos mitos es fundamental no solo para mejorar el acceso a servicios de salud mental, sino también para garantizar un entorno inclusivo y libre de prejuicios.

Abordar estos temas con mayor apertura y educación es esencial para derribar las barreras que enfrentan millones de personas en todo el mundo.

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1. “Los trastornos mentales no son enfermedades reales”

Uno de los mitos más arraigados es la idea de que las enfermedades mentales no son tan serias como las físicas, o que quienes las padecen pueden simplemente “superarlas” si lo desean.

Esta creencia minimiza el sufrimiento de quienes viven con trastornos mentales como la depresión, la ansiedad o la esquizofrenia, los cuales son condiciones médicas reales y pueden afectar gravemente la calidad de vida.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que los trastornos mentales son enfermedades serias que requieren atención médica, psicológica y, en muchos casos, tratamiento farmacológico, tal como cualquier otra enfermedad física.

Salud Mental. Foto: Kelly Sikkema vìa Unsplash.
Salud Mental. Foto: Kelly Sikkema vìa Unsplash.

2. “Solo las personas débiles sufren de problemas mentales”

Este mito sostiene que los trastornos mentales son una señal de debilidad o falta de carácter, lo cual es completamente falso. Los problemas de salud mental pueden afectar a cualquier persona, sin importar su fortaleza emocional, condición social o nivel de éxito.

Celebridades, deportistas de alto rendimiento y personas en posiciones de poder han compartido sus experiencias con problemas de salud mental, demostrando que no tiene relación con el carácter personal.

El hecho de pedir ayuda profesional cuando se tiene un trastorno mental es, de hecho, un signo de fortaleza, no de debilidad. Reconocer que se necesita apoyo es el primer paso hacia la recuperación.

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3. “Las personas con trastornos mentales son peligrosas”

Uno de los mitos más dañinos es la idea de que las personas con enfermedades mentales son inherentemente peligrosas para los demás.

Aunque algunos trastornos graves pueden estar asociados con episodios de comportamiento violento, la realidad es que la mayoría de las personas con trastornos mentales no representan ningún peligro para los demás.

De hecho, es más probable que sean víctimas de violencia o abuso, debido al estigma y la marginación social que enfrentan.

Este tipo de creencias contribuye al aislamiento de quienes sufren trastornos mentales, perpetuando el ciclo de discriminación y falta de acceso a servicios de salud adecuados.

4. “La terapia y la medicación no son necesarias; solo es cuestión de actitud”

Es común escuchar que la terapia o la medicación para trastornos mentales no son necesarias y que todo depende de una actitud positiva o de “tener fuerza de voluntad”.

Sin embargo, al igual que con cualquier otra enfermedad médica, los trastornos mentales requieren un tratamiento adecuado, que puede incluir psicoterapia, medicación o una combinación de ambas.

La terapia cognitivo-conductual, por ejemplo, ha demostrado ser altamente efectiva para tratar trastornos como la ansiedad o la depresión, mientras que la medicación puede ser crucial para manejar desequilibrios químicos en el cerebro.

Negar la validez de estos tratamientos puede retrasar la recuperación y agravar los síntomas.

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5. “Hablar sobre salud mental empeora el problema”

Existe la creencia de que hablar abiertamente sobre los problemas de salud mental puede empeorarlos o fomentar que otras personas experimenten los mismos síntomas.

Sin embargo, la realidad es que la conversación es clave para reducir el estigma, aumentar la conciencia y facilitar que las personas busquen ayuda.

Hablar sobre la salud mental de manera abierta y sin prejuicios permite a las personas compartir sus experiencias, recibir apoyo y encontrar soluciones.

También ayuda a normalizar el hecho de que cualquiera puede enfrentarse a problemas de salud mental en algún momento de su vida.

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