En un mundo marcado por la producción en masa y la dependencia de cadenas industriales, cada vez más personas buscan construir modelos económicos alternativos. Uno de ellos es el de las empresas autogestivas: proyectos productivos creados, operados y sostenidos por sus propias comunidades sin depender de grandes corporaciones, subsidios estatales o estructuras verticales. Estas empresas deciden sus ritmos, cuidan sus recursos y priorizan el bienestar colectivo sobre el lucro inmediato.
En Aguascalientes, Virtud Solar encarna esta filosofía. Fundada por la poeta María Choza, la empresa nació como una respuesta íntima a la enfermedad, pero creció como una apuesta colectiva por la autosuficiencia. Con su madre, su hermana y su comunidad cercana, María produce tizanas, caldos, mermeladas y otros alimentos agroecológicos, usando técnicas como el deshidratado solar y el cultivo urbano regenerativo.
Además de sus productos, Virtud Solar ofrece productos saludables. También propone una forma distinta de habitar el mercado: más local, más consciente y profundamente enraizada en la tierra, en el cuerpo y en la palabra. Su historia demuestra que la autogestión más que una forma de producir, es una forma de vivir.
Virtud Solar comenzó como un experimento personal con infusiones y alimentos deshidratados. María investigó procesos solares, creó recetas y validó sus efectos en ella misma. Pronto su familia se unió: su madre, psicóloga y docente; su hermana, agroecóloga; y su padre, un agricultor empírico.
“Me empecé a dar cuenta que la cuestión de la alimentación, en mi caso, estaba muy relacionada a mi bienestar.” le cuenta María Choza a LíderLife.
Empresas autogestivas: sembrar para no depender
El modelo autogestivo de virtud solar evita la industrialización, la dependencia tecnológica y el crecimiento desmedido. El enfoque está en la autosuficiencia y el cuidado directo de cada proceso.
“Es un proyecto familiar, primero que nada, de autosustentabilidad, en el sentido de que nos interesa que si se acaba el mundo, o que si hay una guerra, o lo que sea, no nos muramos de hambre.”, asevera Choza
Cada producto surge de ingredientes cultivados en huertos propios o en alianzas con productores agroecológicos. No utilizan maquinaria eléctrica para deshidratar, sino deshidratadores solares. Esto reduce costos energéticos y mejora el sabor final.
La producción es limitada, no por incapacidad, sino por decisión consciente. María elige no escalar a gran escala para mantener la calidad, cercanía y control sobre los insumos. No le interesa una expansión que implique comprometer su ética alimentaria.
El catálogo: tizanas, caldos y frutas que cuentan historias
Los productos de Virtud Solar mezclan lo medicinal, lo sensorial y lo afectivo. Las tizanas fueron el primer producto estrella. Le siguen el caldo de hueso, salsas, champús naturales, polvos para horchata, mezclas frutales deshidratadas y mermeladas de temporada.
Cada receta tiene un origen íntimo, ligado a la salud y vida de alguna mujer de la familia.
“Mi mamá empezó por su lado a vender sus caldos de hueso y yo no quería meterlo en el stock del proyecto porque no había como… no estaba tan de moda como ahora. Pero finalmente lo agregamos y ahora es uno de nuestros productos estrella.”
María y su madre se encargan de las entregas. No subcontratan intermediarios. Desean mirar a quien consume, recibir su retroalimentación y asegurar que el producto que entregan ha pasado por sus manos.
Autogestión también en la palabra: “Vinagre de madre”
Así como Virtud Solar germina desde el cuerpo y el entorno, el último poemario de María Choza, “Vinagre de madre” florece desde el mismo principio: la autogestión como herramienta vital y creativa. La escritora decidió publicarlo sin intermediarios, sin editoriales tradicionales, sin esperar permisos. Ella gestionó los fondos, coordinó el diseño con su pareja y eligió una editorial artesanal.
“Yo decía, si no es con mi dinero y si no es con mi esfuerzo… no va a ser. Poeta, al final de cuentas. Si no es con la sangre que ha salido de mi látigo, no va a ser.”
Este libro es visceral y sensorial. Su edición física fue cuidada al extremo: desde la textura de la portada hasta la proporción del papel. El proceso, lleno de dudas y lágrimas, reafirmó algo que atraviesa toda su obra: la convicción de que lo íntimo también puede ser político.
“Me interesaba que resonara en todos los géneros y edades, no sólo en las madres. Por eso elegí que lo presentaran dos mujeres que no son mamás. Quería saber si también podía hacer eco ahí.”
Vinagre de madre circula como las tizanas: de mano en mano. Su lectura acompaña, como el alimento que se prepara con atención. Es una extensión poética del mismo espíritu de soberanía que cultiva en su huerto.
La poesía y el cultivo: dos formas de cuidar
Para María, cultivar y escribir tienen el mismo ritmo. Ambas actividades requieren paciencia, error, presencia y cuidado. Las ve como una vía de doble sentido, donde lo vegetal influye en la palabra, y la palabra transforma la cosecha.
“No sé qué influye antes, si la poesía en el cultivo o el cultivo en la poesía. A veces estoy cortando flores y me viene la idea de un poema. Otras, leo a Marosa Di Giorgio y quiero observar más de cerca a un higo.”
También reconoce la frustración de trabajar con la tierra. No todo da fruto. A veces se pierde una cosecha, se estropea un deshidratado o se arruina una receta. Y eso también es poesía.
“Trabajas un chingo para que se te pudra. Lo mismo pasa con un texto: inviertes todo para que a veces no funcione. Eso también es poético.”
Impacto económico en Aguascalientes: economía circular y regenerativa
Este tipo de emprendimiento transforma las lógicas de producción locales. Virtud Solar genera economía circular al trabajar con productores locales, fomentar el comercio directo y reducir el impacto ambiental. También incentiva el consumo agroecológico y apoya prácticas regenerativas.
En lugar de depender de grandes proveedores, Virtud Solar promueve la soberanía alimentaria en Aguascalientes. Rescata saberes rurales, revaloriza la agricultura y propone una economía de cercanía basada en el cuidado mutuo.
“Todo lo que yo hago tiene que estar en comunión. No me voy a poner a vender algo con lo que no esté yo en comunión y que yo no sea usuaria.”
Sembrar autonomía para cosechar futuro
Virtud Solar no busca ser una marca global. Quiere ser una comunidad viva y consciente. En su modelo autogestivo se resumen muchas luchas: por la salud, por el medio ambiente, por la maternidad digna y por el arte como herramienta de transformación.
Esta iniciativa demuestra que es posible construir otra economía. Una que no se base en el crecimiento infinito, sino en la sostenibilidad afectiva y territorial. En Aguascalientes, una empresa pequeña produce frutos grandes, tanto en la tierra como en la palabra.