Orígenes de la celebración
El Día del Padre tiene sus raíces en Estados Unidos. Ahí se celebró por primera vez en 1910 en Spokane, Washington. La idea fue promovida por Sonora Smart Dodd, quien quería rendir homenaje a su padre, un veterano de guerra que crió a sus hijos solo. La fecha elegida fue el tercer domingo de junio, cercana al cumpleaños de Dodd. En 1966, el presidente Lyndon B. Johnson proclamó oficialmente el Día del Padre como una celebración nacional en Estados Unidos.
En México, la celebración se adoptó en la década de 1950, influido por la cercanía cultural con los americanos. Desde entonces, el Día del Padre se convirtió en una festividad donde las familias mexicanas se reúnen para celebrar a los padres con cariño y respeto.
¿Por qué cambia de fecha cada año?
El hecho de que el Día del Padre cambie de fecha cada año en México puede generar cierta confusión. Al no ser una fecha fija, algunos pueden olvidarse o tener dificultades para organizar eventos con anticipación.
En América Latina, hay países que celebran el Día del Padre en fechas fijas. Por ejemplo, Nicaragua celebra el Día del Padre el 23 de junio, y en Honduras el 19 de marzo. Estos países tienen fechas establecidas que facilitan la planificación y la recordación de esta importante festividad.
El Día del Padre en México cambia de fecha cada año porque se celebra el tercer domingo de junio. A diferencia del Día de las Madres, que siempre se festeja el 10 de mayo, el Día del Padre no tiene una fecha fija en el calendario, sino que se basa en un día específico de la semana (domingo), lo que hace que varíe anualmente.
Esta costumbre de celebrar el Día del Padre el tercer domingo de junio es compartida por varios países, incluido Estados Unidos, y fue instaurada para dar un reconocimiento especial a la figura paterna en una fecha accesible para la mayoría de las familias, permitiendo que se reúnan en un día no laborable.
