El Día Internacional del Periodista, celebrado cada 8 de septiembre, conmemora la vida y obra de Julius Fucik, periodista checoslovaco ejecutado en 1943 en Alemania.
Este día busca resaltar la importancia del periodismo en la búsqueda de la verdad y la defensa de la libertad de expresión.
Periodistas mexicanos que admiramos
En honor a esta fecha, destacamos a cinco periodistas mexicanos cuya trayectoria ha dejado una huella imborrable en la profesión.
1. Miguel Ángel Granados Chapa: Símbolo de ética periodística

Miguel Ángel Granados Chapa, nacido en 1941, fue uno de los periodistas más influyentes de México.
Estudió Derecho y Periodismo en la UNAM y continuó su formación académica con estudios de doctorado en Historia. Granados Chapa fue conocido por su columna “Plaza Pública“, la cual sostuvo por más de treinta años, comenzando en la revista Cine Mundial y concluyendo en el periódico Reforma. Su pensamiento crítico lo llevó a colaborar en medios de gran prestigio como La Jornada y Proceso.
Su nombramiento como miembro de la Academia Mexicana de la Lengua en 2008 es testimonio de su dominio del lenguaje y su contribución al periodismo escrito. También destacó como director de Radio Educación y fue un ferviente defensor de los medios públicos.
2. Julio Scherer García: Defensor de la libertad de prensa

Julio Scherer García, una figura fundamental en la historia del periodismo mexicano, nació en 1926 y fue director del diario Excélsior desde 1968 hasta 1976.
Su salida de Excélsior tras un conflicto con el presidente Luis Echeverría lo llevó a fundar la revista Proceso, una publicación emblemática que ha marcado el periodismo de investigación en México. Scherer se destacó por su habilidad para realizar entrevistas y reportajes que retrataron a importantes figuras políticas, como los presidentes Gustavo Díaz Ordaz y José López Portillo.
Sus libros, como “Los presidentes” y “El poder”, revelan la vida política y los vínculos ocultos del poder en México. A lo largo de su carrera, Scherer fue un firme defensor de la libertad de expresión y del periodismo independiente, convirtiéndose en un ícono del oficio.
3. Héctor de Mauleón: Narrador y cronista urbano

Nacido en 1963 en la Ciudad de México, Héctor de Mauleón ha construido una sólida carrera como narrador, periodista y cronista. Su trabajo en medios como Nexos, El Universal y Proceso ha consolidado su reputación como uno de los periodistas más agudos de su generación. Su habilidad para combinar la crónica urbana con la investigación periodística le ha permitido escribir sobre la realidad social y política de México de una manera única.
Además de su labor periodística, De Mauleón ha sido reconocido por su capacidad narrativa al publicar antologías como “Los mejores cuentos de 1999” y “Viento Rojo”, donde explora las historias de la violencia en México.
4. Cristina Pacheco: Voz de las historias cotidianas

Cristina Pacheco, nacida en 1941, es una de las periodistas mexicanas más reconocidas por su labor en televisión y prensa. Su serie televisiva “Aquí nos tocó vivir“, transmitida desde 1978, le ha permitido contar las historias de personas comunes que enfrentan los retos de la vida cotidiana en México.
Además de su éxito en la televisión, Pacheco ha colaborado con medios impresos como La Jornada y ha dirigido revistas como La Familia.
Su enfoque humanista y cercano la ha convertido en una de las periodistas más queridas por el público, siendo un puente entre las historias personales y las realidades sociales del país.
5. Vicente Leñero: Maestro del periodismo y la literatura

Vicente Leñero, nacido en 1933, fue un escritor, guionista y periodista que dejó una profunda marca en la cultura mexicana.
Estudió periodismo en la Escuela Carlos Septién García y fue subdirector fundador de Proceso, donde trabajó junto a Julio Scherer. Además de su labor periodística, Leñero destacó como dramaturgo y novelista, ganando premios como el Xavier Villaurrutia y el Premio Nacional de Letras.
Entre sus obras más influyentes se encuentra “Los periodistas“, una reconstrucción detallada del golpe a Excélsior en 1976.
Su capacidad para fusionar la investigación periodística con la narrativa literaria lo coloca como una de las voces más importantes del periodismo y la literatura mexicana.