La oportunidad llegó sin buscarla. Doris Araujo, una contadora pública originaria de Aguascalientes, es una de las caras en la adaptación de Pedro Páramo, dirigida por Rodrigo Prieto y producida por Netflix. Su formación profesional no está ligada a las artes escénicas, el cine la encontró cuando menos lo esperaba, y ahora forma parte del elenco de esta icónica historia de Juan Rulfo. Aunque el papel de Doris es breve (caracteriza a un ánima del purgatorio), este suceso ha dado un vuelco profesional en su vida.
Un golpe de suerte en el cine
Doris cuenta cómo su incursión en el cine fue casi accidental. Aunque de joven tuvo experiencias en el teatro, nunca imaginó que un día trabajaría en una producción cinematográfica de esta magnitud.
“Me dedico a ser contador público, realmente no soy actriz, más que de vocación. Esto fue casi un golpe de suerte”, explica Doris.
Su camino hacia el cine comenzó en un festival de teatro en Aguascalientes, donde escuchó sobre un casting para un cortometraje. Aunque no quedó en ese proyecto, el director Armando Andrade Zamarripa la recordó y la animó a asistir a otro casting, esta vez para una película de Netflix.
“Armando me habló y me dijo que se iba a hacer un casting para la película de Pedro Páramo, que tampoco se necesitaba experiencia”, relata Doris, emocionada al recordar ese momento decisivo.
La experiencia en el rodaje
Doris describe la experiencia de trabajar en un set de cine como algo transformador. Interpretó el papel de “mujer del pasado dos”, un personaje que aparece brevemente como un ánima, un espíritu rulfiano que simboliza la esencia del mundo de Pedro Páramo.
“Fue una pequeña toma, muy breve realmente, soy una ánima en la película. Así como aparezco, desaparezco como un ánima, pero tengo pues mi escena pequeñita”, detalla Doris sobre su rol en la película.
Para Doris, conocer y trabajar bajo la dirección de Rodrigo Prieto fue una de las experiencias más significativas del proyecto.
“Desde que lo conocí fue una persona súper amable y profesional”, comenta Doris.
Además, Prieto no sólo la dirigió con profesionalismo, sino que también le dio libertad para explorar su personaje.
Doris resalta que el respeto y la cercanía de Prieto facilitaron su incursión en el cine. Aunque estaba nerviosa por la magnitud del proyecto, el director la motivó a sentirse cómoda.
“Él se acercaba, asistiendo en todo momento, echando porras desde la primera vez que nos presentamos”, recuerda Doris con gratitud.
De Aguascalientes a un pueblo fantasma en San Luis
Pedro Páramo de Netflix
La película se grabó en un pueblo casi desolado llamado Armadillo, en San Luis Potosí, lo cual añadió un toque especial a la experiencia de Doris. El escenario natural era perfecto para recrear el mundo de Pedro Páramo.
“Viví la experiencia detrás del cine, ver desde la creación todo lo que tuvieron que hacer”, comparte Doris.
Incluso cuenta que para su escena se tuvo que cortar un árbol muerto que proyectaba una sombra indeseada. Doris también comparte una anécdota curiosa del día de su casting en San Luis: una gitana le leyó la mano afuera de un Oxxo y le dijo que obtendría lo que había ido a buscar.
“No le dije que no era de San Luis… ¡Fue una experiencia chistosa!”, comenta entre risas.
La conexión entre su trabajo y el arte
Aunque su rol principal es como contadora pública, Doris tiene una relación cercana con el medio artístico debido a su cartera de clientes, muchos de los cuales son músicos y actores.
“Entre los artistas me conocen como la contadora de los artistas”, explica Doris, quien ayuda a varios profesionales del arte con sus asuntos fiscales.
A pesar de que su trayectoria artística es corta, Doris ha aprendido mucho de su trabajo como contadora, aplicando esos conocimientos en el medio artístico.
Perseverancia y valentía: consejos para artistas emergentes
Para aquellos interesados en incursionar en el mundo del arte y la cultura, Doris ofrece algunos consejos basados en su experiencia.
“El primer paso es ser valiente para tomar la decisión de elegir algo que te gusta. Luego, ser perseverante y dedicarle tiempo”, aconseja.
También menciona la importancia de “tocar puertas” y nunca rendirse. Doris sabe que este es sólo el inicio de su aventura en el cine, y se mantiene abierta a nuevas oportunidades.
La participación de Doris Araujo en Pedro Páramo es un recordatorio de que los sueños pueden alcanzarse en los momentos más inesperados, incluso para una contadora de Aguascalientes que nunca imaginó que un día compartiría escena en una producción de Netflix.
