El estado de Querétaro es un destino singular en México gracias a sus siete Pueblos Mágicos, auténticos refugios de historia, tradición y belleza natural.
Según datos proporcionados por la Secretaría de Turismo Federal, estos siete pueblos mágicos congregan una población de 316 mil habitantes, representando el 13.4% del total estatal.
Además, son el hogar de 2 mil 289 unidades económicas turísticas, generando un valor agregado censal bruto de 944 millones de pesos y brindando empleo a 8 mil 031 personas.
¿Cuáles son los pueblos mágicos de Querétaro?
Los pueblos mágicos en el estado de Querétaro son Pinal de Amoles, Bernal, Jalpan de Serra, Cadereyta, Tequisquiapan, San Joaquín y Amealco de Bonfil. Conoce un poco más de estos lugares que no puedes perderte.
Amealco de Bonfil
Es uno de los pueblos mágicos en Querétaro que está enclavado en valles rodeados de un paisaje pintoresco. Amealco es reconocido por sus tradicionales muñecas de tela, las Marías, y su producción de pulque. En este lugar se realizan festividades dedicadas a Santa María Concepción que invita a los visitantes a sumergirse en una experiencia llena de color y cultura.

Bernal
Con la presencia de la Peña de Bernal, el tercer monolito más grande del mundo, este pueblo mágico cuenta con una historia que se remonta a millones de años. La Peña no solo atrae por su belleza geológica, sino también por los vestigios dejados por antiguas culturas como los chichimecas, evidenciando un legado ancestral que cautiva a propios y extraños.

Cadereyta
Cadereyta sirve como puerta de entrada a la majestuosa Sierra Gorda, ofrece una variedad de ecosistemas únicos enmarcados por las paredes rojizas de la sierra queretana. Este destino promete una experiencia inigualable para los amantes de la naturaleza, la aventura y la historia religiosa.



Jalpan de Serra
Este es otro de los pueblos mágicos de Querétaro que se encuentra en medio de la Sierra Gorda. Jalpan de Serra ofrece historia y una cocina tradicional huasteca. Además de sus pintorescas calles, este pueblo es la entrada a un mundo de maravillas naturales, desde cuevas hasta cascadas.

Pinal de Amoles
Este tesoro escondido en la Sierra Gorda cuenta con un entorno montañoso. Ofrece una escapada perfecta para aquellos que buscan la serenidad de la naturaleza. Rodeado de majestuosos cerros y valles, Pinal de Amoles es el lugar ideal para los aficionados al senderismo y las actividades al aire libre.

San Joaquín
Con su pasado minero aún palpable en las ruinas de Ranas y Toluquilla, San Joaquín ha encontrado en la Sierra Gorda y la región de la Huasteca un escenario natural y cultural único. Anfitrión del Concurso Nacional de Huapango, este pueblo mágico se transforma en la capital del huapango cada abril, resonando con la música y la danza de esta tradición arraigada.

Tequisquiapan
En Tequisquiapan, la ruta del arte, queso y vino invita a los viajeros a explorar sus atractivos. Con un clima templado, calles empedradas y una rica tradición gastronómica, este pueblo mágico ofrece una amplia gama de experiencias, desde festivales hasta vuelos en globo, que prometen dejar una impresión perdurable en quienes lo visitan.
