La Universidad Panamericana (UP) Campus Aguascalientes se encuentra a la vanguardia en la investigación y desarrollo de alimentos, enfocándose en tendencias clave como salud, sostenibilidad y nutrición.
Con una visión innovadora, la UP está trabajando en proyectos que buscan solo mejorar la calidad de los alimentos y su impacto ambiental y social. M.C. Carolina Hernández, química de alimentos y coordinadora de Investigación y Proyectos en la Escuela de Dirección de Negocios Alimentarios, le cuenta a Líder Life sobre la labor universitaria al respecto.
Innovación en alimentos y sostenibilidad
Uno de los proyectos más destacados en la UP es el que trabaja la doctora Mayeli Peralta y M.C. Carolina con desarrollo en proteínas sustentables, un tema crucial en el contexto actual de preocupación por el medio ambiente. Este enfoque refleja la creciente demanda de alternativas alimenticias que no solo sean saludables, sino también sostenibles.
Además, la universidad está implementando tecnologías de cultivo como los huertos verticales, que permiten reducir el consumo de agua en un 90%, un aspecto fundamental en la producción sostenible.
“Hoy en día, los restauranteros buscan tener sus propios huertos para ofrecer productos frescos y naturales directamente de la tierra a la mesa, reduciendo así la huella de carbono”, comenta Carolina.
Alimentos funcionales y nutrición personalizada
La UP también está explorando el campo de los alimentos funcionales, que son aquellos que, además de su valor nutritivo, proporcionan beneficios adicionales para la salud. Estos incluyen antioxidantes, probióticos y prebióticos, que juegan un papel crucial en la prevención de enfermedades y la mejora de la salud gastrointestinal.
Otro aspecto innovador es la tendencia hacia la nutrición personalizada; aún incipiente, promete revolucionar la industria gastronómica al adaptar la dieta a las necesidades individuales de cada persona.
“Cada organismo es diferente y tiene requerimientos específicos, lo que hace que la nutrición personalizada sea un campo con gran potencial de desarrollo”, comparte.
Estrategias educativas y de conciencia alimentaria
La educación y la conciencia alimentaria son pilares fundamentales en la estrategia de la UP. La universidad está comprometida en hacer que los estudiantes comprendan los aspectos técnicos de la producción de alimentos junto con su impacto social y ambiental.
Hernández Lozano subraya: “Es parte de la educación a la que tenemos que llegar. Estamos acostumbrados a ciertos sabores, pero la industria alimentaria debe adaptarse para ofrecer productos más saludables y sostenibles”.
Este compromiso educativo se extiende también a la colaboración con restaurantes locales, donde la UP trabaja para implementar prácticas de inocuidad alimentaria y desarrollo de menús saludables. Este enfoque holístico busca mejorar la calidad de los alimentos que llegan al consumidor, al tiempo que se fomenta una cultura de salud y sostenibilidad.
Marketing y publicidad de alimentos saludables
En un entorno donde las redes sociales tienen un poder significativo sobre las decisiones de compra, el marketing de alimentos juega un papel crucial. La UP reconoce la importancia de las campañas publicitarias para influir en los hábitos alimentarios de los consumidores.
“Las redes sociales están impulsando una fuerte conciencia sobre lo que comemos, de dónde viene y cómo impacta nuestra salud”, afirma.
El etiquetado de alimentos y la regulación también están empujando a las empresas a modificar sus productos para cumplir con estándares más saludables. Hernández Lozano destaca cómo las normas de etiquetado en México han llevado a las empresas a reformular sus productos para reducir el contenido de azúcar y otros ingredientes no saludables, lo que, a su vez, influye en la oferta de los restaurantes.
Desafíos y oportunidades en la industria gastronómica
A pesar de los avances, la incorporación de alimentos funcionales y menús saludables presenta desafíos, principalmente en términos de costo y aceptación del consumidor. Sin embargo, existe una oportunidad en la educación y el marketing para superar estas barreras y adaptar gradualmente los paladares a opciones más saludables.
“Uno de los mayores desafíos es el precio. Algunos alimentos funcionales son costosos, lo que limita su accesibilidad para todos los consumidores”, señala Hernández Lozano.
La UP está liderando el camino hacia una gastronomía más consciente y responsable, con proyectos que buscan no sólo satisfacer las necesidades del consumidor moderno, sino también contribuir a un futuro más sostenible.
Con una combinación de investigación innovadora, educación integral y estrategias de mercado efectivas, la universidad se posiciona como un referente en el desarrollo de alimentos que son buenos para la salud y el planeta.Este enfoque integral refleja una comprensión profunda de las tendencias actuales y un compromiso firme con el bienestar de la comunidad y el medio ambiente.
Como concluye Hernández Lozano: “El futuro de la alimentación depende de nuestra capacidad para adaptarnos y encontrar soluciones que beneficien tanto a las personas como al planeta”.