El Grito de Independencia es uno de los eventos más emblemáticos en México, simbolizando el inicio de la lucha por la libertad del país. Esta tradición, que se celebra cada 15 de septiembre en el Zócalo de la Ciudad de México, rememora el llamado a las armas realizado por Miguel Hidalgo en 1810.
El origen del Grito de Independencia
La madrugada del 16 de septiembre de 1810, el cura Miguel Hidalgo y Costilla convocó al pueblo de Dolores a levantarse en armas contra el Virreinato, marcando el inicio del movimiento independentista. Hidalgo hizo sonar las campanas de su parroquia y lanzó el famoso Grito de Dolores, incitando a los habitantes a luchar por la independencia. Este evento histórico es recordado como el Grito de Independencia, un símbolo del anhelo de libertad del pueblo mexicano.
La primera celebración del Grito de Independencia
Contrario a lo que se cree, la primera celebración del Grito no ocurrió tras la consumación de la independencia en 1821. El primer registro data del 16 de septiembre de 1812, cuando Ignacio López Rayón celebró este acto en Huichapam, con una descarga de artillería. En 1813, José María Morelos y Pavón incluyó en su documento Sentimientos de la Nación la solicitud para conmemorar este evento y honrar a sus iniciadores.
El Grito de Independencia en el Zócalo de la Ciudad de México
La tradición de celebrar el Grito de Independencia en el Zócalo de la Ciudad de México comenzó en 1896 bajo la presidencia de Porfirio Díaz. Este año, la campana utilizada por Hidalgo fue trasladada desde Dolores Hidalgo y colocada en el balcón principal del Palacio Nacional. Desde entonces, cada 15 de septiembre, el presidente de la República lidera una ceremonia en la que se ondea la bandera, se tocan las campanas y se vitorean los nombres de los héroes que encabezaron la independencia.
Aunque la Independencia de México se celebra oficialmente el 16 de septiembre, las festividades comienzan la noche del 15 de septiembre. La ceremonia en el Zócalo es seguida por millones de personas, tanto en el país como en el extranjero, y se ha convertido en una tradición fundamental del patriotismo mexicano.