El Himno Nacional Mexicano es uno de los tres símbolos patrios más importantes, junto con la bandera y el escudo. Su creación, sin embargo, fue el resultado de un proceso largo y complejo, lleno de diversas convocatorias y esfuerzos fallidos antes de llegar a la versión que hoy conocemos. A continuación, exploramos la fascinante historia detrás del himno que enaltece el espíritu patriótico de México.
Primeros intentos de crear un himno nacional
México, después de su independencia en 1821, buscaba un símbolo que unificara al país bajo un canto patriótico. El primer himno, compuesto por José Torrescano en honor a Agustín de Iturbide, fue utilizado brevemente. Sin embargo, este y otros himnos que siguieron durante el siglo XIX quedaron en el olvido, principalmente debido a los constantes cambios de gobierno y las pugnas entre liberales y conservadores.
Entre 1849 y 1853, el país enfrentaba una grave crisis tras la pérdida de la mitad de su territorio debido a la invasión estadounidense. Esto motivó una serie de convocatorias para crear un himno que promoviera la unidad nacional. Sin embargo, las primeras propuestas, ganadas por poetas y músicos extranjeros, no fueron bien recibidas por el público, lo que retrasó el proceso.
La convocatoria de 1853 y la elección de la letra
El gobierno de Antonio López de Santa Anna lanzó una nueva convocatoria el 12 de noviembre de 1853 para crear un himno oficial. Esta vez, el concurso se dividió en dos etapas: la elección de la letra y la selección de la música. De entre 26 participantes, fue elegido el poema escrito por Francisco González Bocanegra, un joven poeta potosino de 29 años.
Una anécdota curiosa relata que González Bocanegra no quería participar en el concurso, pero su novia, Guadalupe González del Pino, lo encerró en una habitación hasta que escribió los versos que hoy conocemos. Cuatro horas después, el poeta entregó la letra que se convertiría en el Himno Nacional Mexicano.
La música de Jaime Nunó
La segunda fase del concurso convocó a compositores para crear la música del himno. De los 15 músicos que participaron, resultó ganador el catalán Jaime Nunó Roca, también de 29 años. Nunó había llegado a México en 1854, contratado por Santa Anna para dirigir las bandas militares del país. Su composición fue elegida por su carácter marcial y solemne, adecuado para exaltar los valores patrios.
La primera interpretación del Himno Nacional
El 15 de septiembre de 1854, el Himno Nacional Mexicano fue interpretado por primera vez en el Teatro Santa Anna (más tarde conocido como el Teatro Nacional de México), dirigido por el compositor italiano Giovanni Bottesini. Aunque esta primera presentación no se consideró oficial, el himno fue bien recibido. El 16 de septiembre, Jaime Nunó dirigió la versión oficial, con la soprano Balbina Steffenone y el tenor Lorenzo Salvi como solistas.
Modificaciones y oficialización del Himno Nacional
El destino del Himno Nacional estuvo en riesgo tras la caída del gobierno de Santa Anna en 1855, cuando los liberales derrocaron al presidente. Durante el gobierno de Juan Nepomuceno Álvarez e Ignacio Comonfort, se eliminaron dos estrofas que ensalzaban a Iturbide y Santa Anna. A pesar de ello, el himno sobrevivió y fue interpretado en eventos públicos, pero sin el estatus oficial que ostenta hoy.
Fue hasta 1943, bajo el gobierno de Manuel Ávila Camacho, cuando se oficializó la versión actual del himno, compuesta por las estrofas I, V, VI y X, junto con el estribillo. Desde entonces, el Himno Nacional Mexicano se ha interpretado con gran solemnidad en ceremonias oficiales y eventos cívicos.
El legado de Francisco González Bocanegra y Jaime Nunó
Francisco González Bocanegra falleció en 1861, a la edad de 37 años, sin haber visto la oficialización del himno. Sus restos reposan en la Rotonda de las Personas Ilustres junto a los de Jaime Nunó, quien murió en 1908 en Nueva York. Ambos, poeta y compositor, legaron a México uno de sus símbolos más representativos, cuyo mensaje de unidad, valor y defensa de la patria resuena en cada rincón del país.