La nueva película de Coralie Fargeat, La Sustancia, ha generado una gran conversación en el mundo del cine, sobre todo por su cruda crítica a la obsesión por la juventud y la mirada masculina. A través de la historia de Elisabeth Sparkle, interpretada por Demi Moore, la película explora temas como el envejecimiento, la fama, y la identidad, con una dosis intensa de terror corporal.
Una metáfora sangrienta sobre la obsesión con la juventud
Según The Times, la trama de La Sustancia recuerda vagamente a la novela de Nabokov, El ojo, con un enfoque en cómo los personajes se definen a través de la mirada ajena. Fargeat, conocida por su estilo feminista extremo, utiliza esta película para satirizar los estándares imposibles de belleza y la presión que el mundo del espectáculo ejerce sobre las mujeres para mantenerse jóvenes y relevantes.
Actuaciones destacadas y crítica social
Asimismo, uno de los puntos más elogiados ha sido la actuación de Demi Moore, quien según Screen International, aporta una mezcla de humor y vulnerabilidad a su personaje, una actriz envejecida que busca desesperadamente mantenerse en el centro de atención.
Margaret Qualley, que interpreta a la versión más joven y perfecta de Elisabeth, también brilla, ofreciendo una interpretación casi satírica de la belleza juvenil. La película aborda cómo las mujeres en Hollywood son constantemente juzgadas y desechadas por su edad. Un comentario que parece resonar profundamente en la trayectoria de Moore.
Estética deliberada y horror corporal
Por otro lado, el estilo visual de La Sustancia ha sido otro de los aspectos más discutidos. Filmaffinity destaca cómo Fargeat y su director de fotografía, Benjamin Kracun, crean un mundo visual que se siente como una alucinación de Los Ángeles. Con una estética brutalista que resalta la alienación y la obsesión de Elisabeth con su propia imagen.
Además, el maquillaje y los efectos especiales, a cargo de Pierre-Olivier Persin, logran capturar de manera repulsiva y fascinante el proceso de transformación de Elisabeth en Sue, su versión rejuvenecida.
Un mensaje que incomoda y divierte
Sin embargo, si bien la película tiene momentos que se sienten exagerados o predecibles, su combinación de humor negro y horror gráfico ha logrado conquistar a la audiencia. Como señala Variety, La Sustancia es tanto una parodia de la mirada masculina en el cine como una reflexión sobre los estándares destructivos de belleza. Al final, la película nos enfrenta a nuestros propios prejuicios sobre la juventud y la belleza, recordándonos que, como Elisabeth, también somos víctimas de nuestros propios espejos.
