Mariana Roqueñi continúa demostrando que no hay límites cuando se tiene pasión, determinación y una mente enfocada en el éxito.
A sus 23 años, la triatleta hidrocálida se ha consolidado como una de las figuras más prominentes del triatlón mexicano, logrando una impresionante marca en el Ironman 70.3 de Campeche, el pasado 16 de marzo.
La competencia no solo puso a prueba su resistencia, sino que también destacó su capacidad para transformar los desafíos en victorias.
El triatlón en Campeche, uno de los más exigentes del circuito, fue el escenario perfecto para que Mariana mostrara su evolución como atleta.
A pesar de las condiciones extremas que enfrentó —calor abrasante y una ruta particularmente desafiante—, la joven hidrocálida logró un segundo lugar en su categoría, además de establecer un nuevo récord personal (PR) con un tiempo de 5:29. Esta hazaña no solo refleja su esfuerzo físico, sino también una destacada fortaleza mental, característica que ha sido clave en su carrera.
“El Ironman 70.3 de Campeche fue un reto brutal: calor intenso, una ruta exigente y momentos donde mi mente tuvo que ser más fuerte que mi cuerpo“, compartió Mariana en sus redes sociales.
A pesar de un tiempo en la bicicleta que no cumplió sus expectativas, la triatleta encontró en la carrera de 21 kilómetros su verdadera fortaleza. “Correr 21K después de nadar 1900 metros y rodar 90K sintiéndome entera fue espectacular“, expresó.
Este resultado es solo el más reciente de una carrera que sigue creciendo con cada evento. En su primer 70.3, la joven competidora sentía nervios y presión, pero este nuevo logro en Campeche fue la recompensa a meses de sacrificio y entrenamiento.
La clave, según ella misma, no radica en comparar tiempos o competiciones, sino en dar todo lo que uno tiene en cada oportunidad: “Cada competencia me enseña algo nuevo. Lo más importante no es comparar tiempos ni carreras, sino darlo todo con lo que tienes ese día“.
“Cada evento es una historia distinta. Te enfrentas a retos totalmente diferentes e inesperados“, reflexiona sobre su experiencia. En este sentido, su rendimiento en Campeche fue una prueba de su madurez deportiva.
“Sabía que en la bici no había logrado lo que quería, pero realmente no me frustré porque sabía que la carrera es mi ‘mero mole’ y ahí iba a remontar. Y así fue“, afirmó en sus redes sociales.
Hoy en día, Mariana no solo representa a Aguascalientes en el ámbito nacional, sino que se perfila como una de las grandes promesas para el triatlón en México y el panorama global.
Su reciente clasificación al Mundial de Ironman 70.3 en Marbella, España, es solo el comienzo de una carrera que apunta a cimas más altas.
“Lo que más me llena es saber que puedo inspirar a otros a iniciar en el deporte“, comentó hace algunos meses, mostrando que sus logros trascienden más allá de lo personal.
Mariana Roqueñi es una atleta imparable, y su historia, llena de pasión, sacrificio y logros, continúa escribiéndose con cada meta alcanzada.
