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Mindfulness en el trabajo: cómo reducir el estrés y aumentar la productividad

Mindfulness

El mindfulness no solo es una herramienta para la relajación, sino que también puede transformar tu jornada laboral. Diversos estudios, incluyendo los de los National Institutes of Health (NIH), han demostrado que la práctica de la atención plena puede reducir la ansiedad, mejorar el sueño y disminuir la presión arterial. Pero, ¿cómo aplicarlo en el trabajo para mejorar el bienestar y el rendimiento?

A continuación, exploramos técnicas prácticas que puedes incorporar en tu rutina diaria para reducir el estrés y aumentar tu productividad.

¿Cómo puede ayudarte el mindfulness en el trabajo?

Según el Dr. Zev Schuman-Olivier, de Harvard, el mindfulness mejora la calidad de vida y puede aliviar síntomas de estrés y ansiedad. Originalmente usado como terapia para la depresión, esta práctica ayuda a evitar que la mente se quede atrapada en preocupaciones o recuerdos negativos.

La Dra. Sona Dimidjian, de la Universidad de Colorado Boulder, explica que el mindfulness permite observar los pensamientos sin dejarse arrastrar por ellos, como si fueran hojas flotando en un río. Esta técnica ayuda a mantener el enfoque y la calma en entornos laborales exigentes.

Mindfulness en el trabajo.
Getty Images en Unsplash.

¿Cuáles son las mejores prácticas de mindfulness para el trabajo?

1. Comienza el día con atención plena

Antes de revisar correos o sumergirte en reuniones, dedica unos minutos a respirar profundamente y establecer una intención para el día. Esto te ayudará a mantener el enfoque y evitar comenzar la jornada en modo automático.

2. Practica la escucha activa

En lugar de pensar en tu respuesta mientras otra persona habla, concéntrate en escuchar con atención. Mantén contacto visual, asiente y haz preguntas que reflejen tu interés. Esto mejora la comunicación y fortalece relaciones en el entorno laboral.

3. Haz pausas conscientes

No es necesario un retiro de meditación para practicar mindfulness. Pequeñas pausas durante el día pueden marcar la diferencia:

  • Tómate 60 segundos para respirar profundamente antes de una reunión.
  • Camina sin prisa hasta el café o la impresora, prestando atención a cada paso.
  • Desconéctate de notificaciones y correos por momentos para enfocarte en una tarea a la vez.

4. Acepta el estrés sin resistirte

Es normal sentir presión en el trabajo. En lugar de evitar el estrés, acéptalo y obsérvalo sin juzgar. Pregúntate: “¿Cómo se siente esto en mi cuerpo?” Esta práctica ayuda a responder con claridad en lugar de reaccionar impulsivamente.

5. Cierra el día con gratitud

Antes de terminar tu jornada, dedica unos minutos a reconocer tres cosas positivas que ocurrieron en el día. Este hábito fomenta una mentalidad más positiva y reduce la sensación de agotamiento.

¿Por qué el mindfulness mejora la productividad?

WeWork señala que practicar mindfulness en el trabajo no solo reduce el estrés, sino que también optimiza la toma de decisiones y la creatividad. Al estar más presente y consciente, es más fácil evitar distracciones y gestionar mejor el tiempo.

Incorporar estas prácticas en tu rutina diaria puede ayudarte a transformar tu experiencia laboral, haciendo que cada jornada sea más equilibrada y productiva. ¡Empieza hoy y nota la diferencia!

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