El 5 de mayo, lejos de ser una mera celebración del triunfo militar mexicano, encierra una rica historia y un significado cultural diverso, especialmente en Estados Unidos.
En 1930, el consulado mexicano en Los Ángeles organizó una celebración oficial del 5 de mayo para unir a los mexicanos residentes como a los recién llegados a Estados Unidos.
Desde entonces, esta fecha ha evolucionado en una festividad cultural que no solo honra a los mexicanos, sino también a la comunidad latina en Estados Unidos, convirtiéndola en una ocasión de gran relevancia, incluso más que el Día de la Independencia.
Del mismo modo, en esta fecha se conmemora el “Día de la Herencia Latina“, una celebración que honra la inmigración mexicana.
Sin embargo, existe un equívoco común en pensar que esta fecha marca la Independencia de México.
Orígenes del 5 de mayo
Para comprender la relevancia del 5 de Mayo, debemos retroceder al 5 de mayo de 1862, cuando las fuerzas mexicanas, bajo el mando del General Ignacio Zaragoza, derrotaron inesperadamente al ejército francés en la Batalla de Puebla.
Zaragoza se convirtió en un héroe nacional al liderar una fuerza combinada de casi dos mil soldados y dos mil 700 campesinos al vencer al ejército francés, equipado con armas de fuego y cañones.
No obstante, la gloria fue efímera. Un año después, las tropas francesas volvieron al ataque, esta vez con un contingente de aproximadamente treinta y cinco mil soldados. Así derrotaron al ejército mexicano, tomaron el control de la Ciudad de México y facilitaron la llegada de Maximiliano de Habsburgo y Carlota como emperadores.
¿Cómo surgió la celebración del 5 de mayo en Estados Unidos?
De acuerdo a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cinco años después de la Batalla de Puebla, un grupo de mexicanos celebró esa victoria en Texas, lugar de nacimiento de Zaragoza en 1829, 16 años antes de que Texas fuera anexado a Estados Unidos.
Desde entonces, esta celebración se convirtió en un símbolo para los mexicanos que enfrentaban la opresión de invasores o gobiernos extranjeros, lo que ganó popularidad entre los habitantes de los estados que alguna vez formaron parte de México.