Es pionero del impulso al deporte en la entidad, así como un empresario con toda la extensión de la palabra. Los orígenes humildes le propiciaron una educación arraigada en los valores y las buenas costumbres, rasgos que le fueron útiles al abordar diversos caminos. Su nombre ha tenido tal resonancia histórica, que el Gobierno de Zacatecas otorgó su nombre al Parque de Béisbol instalado en la capital.
Ahora, a 93 años de su primer aliento, agradece a Dios por las oportunidades que le ha ofrecido la vida y el legado que ha construido para las nuevas generaciones. Ya fuera como padre de familia, presidente de la liga local de béisbol o propietario de una de las tiendas deportivas más emblemáticas de la región, ha sabido manejar con carisma y determinación las circunstancias que se le han presentado, hasta convertirse en una figura destacable.
La fortaleza del inicio
Originaria de San Jerónimo y dedicada a la agricultura, la familia de Ramón Medina se trasladó a Zacatecas en búsqueda de nuevas oportunidades. Durante su infancia descubrió en el béisbol un espacio para destinar sus tardes, actividad que lo acompañaría para siempre. A la par de su experiencia en el deporte, recibió educación humanista y religiosa en varias instituciones y el seminario conciliar, al punto que se trasladó al país del norte para continuar esa travesía.
“Mientras estaba en Estados Unidos veía las crónicas de béisbol en revistas y periódicos, entrañablemente fue mi deporte favorito. Cuando suspendí los estudios regresé a Zacatecas, sin compromisos de estudio, conseguí un trabajo en la tesorería del estado y los domingos me iba al béisbol, donde estaba don David Ibarra, presidente de la liga y tesorero del estado”, mencionó.
Una fracción importante de su vida estuvo marcada por la construcción del parque de béisbol, pues presenció cada uno de los momentos importantes, desde el cambio de sitio, hasta la consolidación de un equipo profesional, así como el crecimiento de la liga local. Debido a su determinación, recibió el respaldo del gobierno estatal y la comunidad empresarial en múltiples ocasiones.
“Poco después de la apertura del parque, Zacatecas tuvo un equipo en la liga profesional. Esto abrió las puertas al béisbol profesional, que se jugó durante 12 años. También fortaleció la liga local y trajo jugadores de los municipios del estado, muchos de ellos se fueron a la ligas mayores”, comentó.
Con el paso del tiempo, Ramón Medina compartió sus valores con los integrantes de la liga, de manera que el espacio se tornó de apoyo mutuo. Esa convivencia con fuertes bases interpersonales, le permitió tener una especial estima para quienes lo acompañaron al impulsar el béisbol.
Otra forma de perdurar
En cuanto a los logros empresariales, más vale destacar la existencia de Deportes Medina, una tienda que “no nació del béisbol, pero sí lo hizo a propósito de éste”. El negocio se instauró como una parada obligatoria para quienes practicaban una disciplina deportiva, por lo que aseguró un lugar en la cámara de comercio.
“Iniciamos la tienda en 1963, con responsabilidad social; pero hasta 1972 se empezó a expandir el deporte por toda la ciudad. Estuve mucho tiempo en la cámara, nunca fui presidente, pero fui secretario”, puntualizó.
Tras haber pasado 58 años en el mercado, Deportes Medina aún se mantiene vigente, exhibiendo en sus estantes todo lo que los deportistas necesitan para desempeñar sus actividades. La sexta década aguarda en la siguiente base, como resultado de años de trabajo duro y el recordatorio perpetuo de lo que la pasión de Ramón Medina provocó en su estado.