La titular de la Secretaría de Cultura (SECULT), Marcela Herbert Pesquera, inauguró la exposición temporal “El brillo de los días”, calendarios 2022 de la cultura japonesa, en el marco de las relaciones diplomáticas entre Gobierno del Estado de Querétaro y el Consulado de Japón.
La exposición estará abierta al público de forma gratuita desde el 19 de noviembre al 8 de diciembre, en la Galería Principal del Centro de las Artes de Querétaro, ubicado en Arteaga 89, en el Centro Histórico.
Contempla la exhibición de 28 calendarios recopilados de diferentes imprentas japonesas que colaboran con la Asociación de Calendarios Japoneses y que cada año envían a diferentes países del mundo.
Marcela Herbert, indicó que se trata de una muestra de diferentes diseños que la asociación realiza cada año, y donde de manera similar a como sucede en la cultura mexicana, los comerciantes obsequian a sus clientes al inicio de cada nuevo año.
“El Brillo de los días”, calendarios 2022 de la cultura japonesa, permite observar la medición del tiempo mediante la calendarización, considerando que en Japón la manera tradicional de contar los días ha sido también por las eras japonesas que se relacionan directamente con su historia, pues estas ocurren con la ascensión al trono de un nuevo emperador. Sin embargo, desde 1873 Japón usa el calendario gregoriano, proveniente de Occidente, que establece su duración en 365 días.
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Una exposición para ver a Japón más allá de la tecnología
En su intervención, el Cónsul de Japón en León, Guanajuato, Takumi Nakagawara, mostró su interés de que esta exposición sea el inicio de una serie de oportunidades para colaborar con el Gobierno de Querétaro y que sea una ventana para que la sociedad queretana conozca al país asiático mediante una perspectiva diferente a lo tecnológico y moderno que suelen caracterizar a los japoneses.
Takumi Nakagawara aseguró que en Japón, al ser una sociedad agrícola y tener al cultivo de arroz como una actividad principal, los ancestros aprendieron a medir cuándo debían mover la tierra, sembrar, regar y cosechar. Esta actividad cotidiana surge de la importancia de los calendarios y de aprender la lógica del paso de la naturaleza.
“Han transcurrido decenas de siglos y los calendarios nos recuerdan las actividades principales y recurrentes de cada año, los significados sociales como año nuevo e ir a los templos para recordar los buenos hábitos que hicimos o dejamos a la mitad, en marzo y abril cuando iniciamos un nuevo ciclo escolar, junio cuando inicia la temporada de lluvia, o la limpieza profunda de nuestras casas en diciembre para recibir el año nuevo”, expresó el cónsul.