En la vasta escena culinaria de México, Tikal emerge como un tributo a la riqueza cultural de la civilización maya y una joya en la gastronomía de brasa y humo.
Inspirado por la grandeza de la ciudad de Tikal, este restaurante encapsula la majestuosidad de una de las civilizaciones más icónicas de Mesoamérica, combinando tradición e innovación en cada plato.
El restaurante busca ofrecer una experiencia culinaria única, en la que la arquitectura y la cocina se entrelazan para transportar a los comensales a un viaje sensorial.
Su esencia radica en el uso de las brasas, un elemento fundamental que define su identidad. Según comparte su fundador, Javier Belausteguigoitia: “casi cualquier alimento o gran parte de nuestros ingredientes pasan por un horno Josper”. Dicho horno permite alcanzar altas temperaturas para un sellado perfecto y una cocción precisa.
Esta técnica no solo enriquece los sabores de carnes, mariscos y vegetales, sino que también transforma ingredientes comunes en explosiones de sabor, como es el caso de sus postres al grill.
Este enfoque en las brasas no es simplemente una técnica de cocina; es una declaración de la importancia de la autenticidad y el respeto por los ingredientes en su estado más puro.
Aunque Tikal se presenta como un restaurante de cocina internacional, la influencia de la gastronomía mexicana es palpable. El uso de ingredientes locales, como variedades de chiles para aportar ese toque picante característico, o el mamey al grill, una fruta originaria de las selvas mexicanas, resalta la adaptabilidad y versatilidad de los sabores nacionales.
Esta integración no solo celebra la riqueza de la cocina mexicana, sino que también refuerza el compromiso de TIKAL con la calidad y la autenticidad.
“Adaptamos los ingredientes de nuestro país para lograr platillos de otros lugares y culturas”, comenta Belausteguigoitia, subrayando la importancia de mantener una conexión profunda con las raíces mexicanas.
Platillos emblemáticos de Tikal
Entre los platillos emblemáticos de Tikal, la Barbacoa de picaña destaca por su jugosidad y sabor ahumado, resultado de técnicas de cocción lenta que permiten preservar los jugos y aromas naturales de la carne.
Por otro lado, el Aguachile de Rib Eye es un testimonio de cómo los sabores del norte de México pueden elevarse a través de la brasa, combinando el picor del chile chiltepín, conocido como el “Oro Rojo Sonorense”, con cítricos frescos para crear una salsa inigualable.
La experiencia no se limita a la comida; la mixología juega un papel crucial en la propuesta del restaurante. Cada cóctel es una obra de arte, creado con técnicas de vanguardia y adaptado a los ingredientes de temporada.
“Cada mes puedes disfrutar de tragos únicos, por temporada”, menciona Belausteguigoitia, destacando el dinamismo y la creatividad que define la oferta de bebidas.
Tikal, una experiencia completa
En Tikal, cada detalle está cuidadosamente diseñado para proporcionar una experiencia completa, desde la selección meticulosa de ingredientes hasta el ambiente acogedor. Con un equipo de chefs y mixólogos comprometidos, TIKAL se posiciona como un lugar donde la tradición maya y la innovación culinaria se encuentran, ofreciendo a cada visitante un festín para los sentidos.
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