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Un sueño de alta montaña: Valeria Arriaga

“Persigo la felicidad. Y la montaña responde a mi búsqueda”, expresó alguna vez Chantal Maudit, alpinista francesa.

Ese pensamiento describe la aventura que Valeria Arriaga Esparza comenzó hace dos años cuando decidió dejar un trabajo para dedicarse a su mayor pasión: el montañismo de alta montaña.

A lo largo de estos dos años, la montañista ha subido al Nevado de Colima, Iztaccíhuatl y Pico de Orizaba por lo menos 14 veces cada uno. Siempre se ha acompañado de una emoción constante: el coraje de decir “lo voy a lograr”

Cuando estoy en la montaña, me representa más el coraje para decir ‘si puedo, nadie me va a minimizar, lo voy a lograr’. Los peores dolores suelen ser las mejores lecciones, está en uno cómo trabajarlas y sacarles provecho”, reflexiona la alpinista.

Para Valeria, uno de esos dolores a los que hace referencia es el fallecimiento de su papá. Pero es el mismo desasosiego el que la impulsa a seguir adelante. 

Mucha fuerza proviene de mi papá, que hace no mucho murió. El estar arriba en la montaña es acercarme lo más posible a él, sentirlo más cerca de mí, esté donde esté. Mi papá es un motivo muy específico para agarrar el coraje y decir ‘subo porque quiero estar lo más cerca de ti posible”, observa.

Arriaga Esparza menciona que el alpinismo es terapéutico, pues el tiempo que uno permanece consigo mismo propicia una mayor conexión interior, donde al sumergirse en los pensamientos te llevan a llegar a conclusiones que quizás en la vida cotidiana uno no alcanzaría.

No obstante, puntualiza que es fundamental ir preparado psicológicamente, pues la montaña puede llegar a plantear más desafíos mentales que físicos. 

El alpinismo como una hermandad

En ese tenor, la determinación de soñar en grande también la ha impulsado a emprender su propio negocio y ser socia de la agencia de excursiones  Vertical Travel & Store junto a uno de sus grandes amigos, Arón Castrejón.

“Es un sueño hecho realidad que no se estanca y que, al contrario, crece para poder hacer retos más grandes”, refiere Valeria, pues actualmente se prepara para subir los tres seismiles en Bolivia: Acotango, Huayna Potosí y Sajama

El alpinismo también le ha permitido a Valeria conocer personas valiosas en su vida. Señala que usualmente, en la cotidianeidad, solemos conocer los aspectos superficiales de una persona, pero la montaña desnuda y refleja la verdadera identidad de los demás.

Cuando vas a la montaña, no te queda de otra que sacar la verdadera persona que eres. Por lo general es algo bonito. Yo conocí a esta persona (Arón) y en Vertical conformamos una familia, le digo que es mi papá postizo…”, indica. 

Valeria señala que esta apertura hacia los demás (tan característica del alpinismo) le ha permitido conocer a mayor profundidad los pensamientos, emociones e inquietudes del otro, lo que la ha convertido en una persona más empática y humana. 

 La vida te va dando las personas correctas en el momento correcto”, finaliza Valeria. 

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