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Un viaje por los 8 barrios de San Luis Potosí

L a ciudad de San Luis Potosí está compuesta por sus ocho barrios emblemáticos, cada uno narra una parte única de la evolución de esta ciudad.

Desde su fundación, cada barrio ha desarrollado una identidad propia, marcada por las tradiciones y las culturas de los diversos grupos étnicos que los habitaron. A medida que San Luis Potosí se expandía, estos barrios se fusionaron con el centro urbano, convirtiéndose en piezas clave del tejido social y cultural de la ciudad.

Explorar estos barrios es sumergirse en la historia viva, descubrir joyas arquitectónicas, saborear la gastronomía local, así como experimentar de primera mano la calidez de su gente.

Estos son los 8 barrios de San Luis Potosí

Barrio de Tlaxcala

Fundado en 1592 por indios tlaxcaltecas y guachichiles, el barrio de Tlaxcala destaca por su convento franciscano de 1605. El edificio conserva el claustro y la arcada de la entrada, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción.

Barrio de San Miguelito

El barrio de San Miguelito, fundado en 1597, estuvo bajo la influencia de la orden Franciscana

Su iglesia parroquial, construida en 1733 con un distintivo estilo barroco, está dedicada a San Miguel Arcángel. Frente a la parroquia se sitúa el espacioso Jardín Barragán, remodelado en 1976.

Barrio de San Cristóbal del Montecillo​​ 

Fundado alrededor de 1600, es barrio se caracterizó inicialmente por una plaza, ahora ocupada por vías del ferrocarril. 

La iglesia, establecida entre 1730 y 1747, destaca por albergar una notable escultura de San Cristóbal.

Barrio de San Juan de Guadalupe 

Originalmente parte de la villa de San Miguelito, el barrio de San Juan de Guadalupe fue fundado en 1676. Para 1701, contaba ya con una capilla, y poco después se estableció la plaza. 

La fachada de la iglesia, labrada en cantera con detalles destacados como los ventanales, encierra en su interior tres bóvedas y cruceros que resalta la escultura de San Juan Evangelista.

Barrio de San Sebastián 

Fundado en 1603 por familias otomíes y de otras lenguas, el barrio de San Sebastián estuvo bajo custodia agustina hasta 1758. Su iglesia, erigida en 1708 y finalizada en 1775, combina una fachada barroca salomónica con un interior neoclásico.

Barrio de Santiago

Fundado en 1592 por los indios guachichiles, este barrio alberga la historia de que Fray Diego de la Magdalena colgó las primeras campanas en un mezquite que aún perdura. Destaca por sus atractivos turísticos como la plaza de toros, la iglesia y la plaza.

Barrio de Tequisquiapan

Fundado en el siglo XVI debido a la fertilidad de sus tierras para la producción de hortalizas, se convirtió hacia finales del siglo XIX en una de las áreas más distinguidas de la ciudad. 

En 1948, la plaza se embelleció con el monumento a la madre, obra de los hermanos Biagi. La iglesia original del barrio fue destruida durante la época revolucionaria. 

Barrio El Saucito 

El nombre viene de un singular árbol de sauce que ha marcado su identidad y tradiciones. Isabel Monroy, cronista municipal, relata que a principios de la década de 1820 se estableció una festividad en honor a El Señor de Burgos del Saucito, venerada imagen esculpida por un carpintero a partir de un sauce cuyo tronco y ramas formaban naturalmente una cruz. 

Este evento marcó el inicio de una serie de tradiciones, festividades y una rica gastronomía característica, infundiendo al barrio una identidad única y convirtiéndolo en uno de los más vibrantes y activos de la capital.

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