Brenvita es nutrióloga, influencer, empresaria y deportista multidisciplinaria. Las distintas actividades que realiza le permiten cuestionar y romper paradigmas sobre la salud integral y el bienvivir; además, adereza su labor social con estrategias comunicativas innovadoras y de largo alcance. Se describe a sí misma como una mujer persistente, creativa e intuitiva: “Soy una persona muy terca, no entiendo de límites, estoy muy conectada con esta parte mía de la creatividad, de dejar que fluya y de seguir mi intuición”.
FTN, su app de nutrición, entrenamiento y crecimiento personal on demand, es un todo en uno que se adapta a los requerimientos personales de la diversidad de usuarios que la vida moderna exige; además, conduce el podcast Sal del closet, donde trata temas sobre la vida cotidiana y la búsqueda del bienestar.
Mientras estudiaba la carrera de Nutrición y comenzaba a vivir sola por primera vez, Brenvita trabajaba como locutora para una conocida estación de radio, lo que le permitió incursionar en el mundo de la comunicación y la creación de contenido.
“Soy nutrióloga con especialidad en Nutrición Deportiva, pero siempre me llamó mucho la atención esta parte de las pantallas, del micrófono, y tuve la oportunidad de hacer un casting como locutora de EXA, iniciando en San Luis, y de ahí me llaman para estar en EXA Monterrey.”
En aquellas épocas Brenvita incursionaba en las plataformas de YouTube e Instagram, lo que le permitió familiarizarse con las formas de trabajo a distancia y de manera virtual, lo que le sería de mucha ayuda al llegar la pandemia de COVID-19.
“Estaba viviendo mis primeras experiencias de estar sola, sin mis papás, sin nadie que conociera. En ese entonces apenas estaba iniciando Instagram, yo ya le estaba pegando un poquito a la parte de YouTube, pero realmente donde empecé a crear comunidad fue en Instagram. Empecé a subir mis publicaciones de lo que vive una persona cuando está sola: que se te queman las cosas, que pintas la ropa de otro color, que te quedas afuera porque te quedas sin llaves, y obviamente pues empecé a publicar cosas que me encantan, que son mi pasión que son el ejercicio y la parte de la alimentación.”
La tenacidad y perseverancia llevaron muy lejos los proyectos de Brenvita. A pesar de encontrar resistencias en su Universidad, e incluso con su familia, al respecto de su incursión y experimentación con las redes sociales como Instagram y Zoom, le permitieron llegar a un público más amplio y diverso, además, sentó las bases de una plataforma que le sería de gran ayuda con la llegada de la pandemia de COVID-19.
“Empecé a dar consultas en mi departamento, en un tramo de 2×2, y empieza a venir cada vez más gente, y cada vez más gente, incluso de manera internacional que preguntaba por consultas en zoom. En ese momento, era casi que una blasfemia dar consultas en zoom, porque no estabas ni pesando al paciente, ni midiendo su porcentaje de grasa, ni lo estabas midiendo, entonces era como una falta de respeto. Yo recuerdo que en mi universidad me ponían las cruces, me decían que estaban haciendo las cosas mal, que eso no es Nutrición, y yo decía, si la gente quiere tener este acercamiento ¿por qué no digitalizar algo que ya es inminente?, porque a final de cuentas ya viene. Entonces cuando yo seguí con esto, empieza la pandemia y como ya tenía esta tecnología, a mí no me pegó, a mí me ayudó.”
Algo que distingue el trabajo de Brenvita es que ha diversificado sus estrategias comunicativas y que nunca deja de plantearse proyectos nuevos. Su pasión por la nutrición, el deporte y el emprendimiento se funden en una amalgama de diversas propuestas como Healthvita, B- Fit, Fit-a-thón (ahora FTN), el podcast Sal del closet y su audiolibro Yo primero, el mundo después.
Para Brenvita la salud comienza por el autoconocimiento, pues esto permite concentrar distintos esfuerzos para mejorar la forma de atenderla y así ofrecer experiencias únicas de autocuidado:
“Si no te gusta el helado de vainilla, no quiere decir que no te guste el helado, sólo no te gusta la vainilla, pero si sigues probando helados, vas a ver que te gusta el napolitano o el de fresa, pasa lo mismo con el deporte. Conozco mucha gente que dice: ‘no me gusta el ejercicio’, porque no le gusta el gimnasio, pero cuando lo pones hacer ejercicios funcionales, yoga, bici o lo que sea, ven que sí les gusta”.
Como deportista, Brenvita ha incursionado en distintas actividades. La curiosidad y la pasión que la caracterizan la han llevado probar múltiples disciplinas y explotarlas al máximo. Ha sido runner, llegando incluso a competir en el maratón de Boston, pero también se ha desempeñado en otros deportes como yoga, con gimnasio y otros.
“Soy una persona que se apasiona con algo, llega hasta el extremo, se empapa y lo deja. me ha pasado con maratones, con gimnasio, me pasó con hit, con barre, me pasó con yoga. En fin, son áreas que he estado visitando y en todas de alguna manera, llego, me empapo, crezco y después lo dejo. El año pasado corrí asta lo que más se puede llegar en el mundo del runner, corrí el Maratón de Bostón, lo terminé, me sentí sumamente agradecida con mi cuerpo y decidí que iba a tomar otro tipo de entreno”.
Las metas y objetivos a futuro de Brenvita consisten en posicionar su marca de productos y servicios, desvinculándolos cada vez más de su imagen personal; asimismo quisiera llegar a ver su publicidad en los grandes centros urbanos de las capitales del mundo. Como deportista y como entrenadora, quisiera llegar a cada vez más personas para contagiarles el amor por el ejercicio, la salud y el bienestar. Además está por incursionar en el área restaurantera:
“Como empresaria mi meta es que en algún momento la gente consuma mis productos y servicios sin conocerme a mí, de alguna manera desligarme un poquito de mis negocios. Mi sueño guajiro es ver mi imagen y publicidad, conmigo o con alguna marca grande en Time Square. Como deportista mi enfoque va más allá de correr carreras o alguna disciplina. Mi meta es que cada vez más gente se enamore del ejercicio a través de mi método […]. También viene un restaurante que se va a abrir en Aguascalientes, que se llama So simple, de comida saludable, pero ‘monchosa’, para que la gente vea que comer saludable es todo lo contrario a aburrido, seco y sin sabor.”
