A tan sólo dos horas de CDMX, Valle de Bravo emerge como un oasis de serenidad y encanto en el corazón del Estado de México.
Sus pintorescas calles empedradas y coloridas casas coloniales narran historias de antaño, mientras que el impresionante lago artificial —creado en 1940— ofrece un escenario idílico para disfrutar de diversas actividades acuáticas y escapar de la rutina.
Rodeado de montañas boscosas y bordeado por el hermoso Lago Avándaro, Valle de Bravo ofrece una experiencia única de belleza natural y actividades al aire libre. Desde emocionantes deportes como el parapente y el ala delta, hasta relajantes paseos en bote por el lago, hay algo para todos los gustos.
¿El clima? Perfecto para quienes desean escapar del frío, con temperaturas templadas durante todo el año. Se recomienda llevar prendas cómodas y ligeras para pasear y disfrutar de un día en el lago.
En Valle de Bravo puedes explorar su arquitectura colonial, descubrir cascadas ocultas en los alrededores y disfrutar de la rica cultura local a través de festivales y mercados artesanales.
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