En el vibrante panorama gastronómico de México, se erigen algunos de los restaurantes más lujosos; que emergen como santuarios culinarios, pues trascienden la mera experiencia de comer, para convertirse en auténticos templos del lujo y la exquisitez.
Los restaurantes más caros y lujosos del país ofrecen una sinfonía de sabores refinados en entornos elegantemente diseñados, atrayendo a una clientela exigente en busca de una experiencia gastronómica inigualable. Estos establecimientos representan la culminación del arte culinario y la hospitalidad de primer nivel.
Cada uno de estos exclusivos destinos gastronómicos se distingue por su atención meticulosa al detalle, desde la selección de ingredientes de la más alta calidad, hasta la presentación impecable de cada plato.
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Conoce algunos de los restaurantes más lujosos de México
Pujol, CDMX
Fundado por el chef Enrique Olvera en el año 2000, este restaurante se ha consolidado como uno de los mejores del mundo según The World’s 50 Best Restaurants.
Los platillos de Pujol son un espectáculo para los sentidos, con un variado menú de degustación de siete tiempos, que sorprende con cada bocado, y que ronda los $4,000 pesos mexicanos por persona (aproximadamente).
Entre sus imperdibles se encuentra el Mole Madre, Mole Nuevo (envejecido durante 2,500 días). Los favoritos del chef se presentan en un menú omakase, que incluye delicias como tostada con kimchi y un taco de Kampachi (servido con aguacate y algas marinas).
Ubicado en un elegante entorno suburbano de la CDMX, su moderno diseño interior deslumbra iluminado por la hermosa luz natural que inunda sus ventanas. Los comensales pueden disfrutar de la experiencia tanto en el acogedor salón interior, como en las mesas al aire libre del patio.
Quintonil, CDMX
En este restaurante el chef Jorge Vallejo desafía los límites con su innovadora cocina mexicana, con un enfoque en ingredientes frescos y locales, así como sabores y técnicas tradicionales mexicanas reinterpretadas de forma moderna.
El menú de degustación incluye platillos estacionales, tales como cangrejo de mar en mole verde con lima kaffir y tostadas de maíz azul, un sorbete de cactus, cola de res guisada en salsa tradicional de recado negro, o aguacate quemado con escamoles y chips de hierbas mexicanas,
Una comida completa por persona ronda los $4,000 mil pesos mexicanos por persona en promedio. Toma en cuenta que muchos de los ingredientes recorren solo 30 metros desde su jardín hasta el plato.
Su nueva barra ofrece un menú de tacos a base de insectos (chapulines y hormigas chicatanas), aunado a una vista hacia la cocina abierta. El comedor principal se divide en dos secciones, una acogedora área de entrada, y una sección luminosa con arte mexicano y un tragaluz.
Amaranta, Edo. Mex.
En el corazón de Toluca de Lerdo, el chef Pablo Salas despliega su genio culinario, ofreciendo la máxima expresión gastronómica de la región. Con hierbas orgánicas, verduras y flores comestibles cultivadas en su propio huerto, e ingredientes cuidadosamente seleccionados, cada plato es una obra maestra.
Su menú degustación de siete tiempos, renovado cada dos meses, sorprende y deleita los sentidos, mientras que las armoniosas selecciones de vinos a cargo del sommelier Francisco Salas, completan la experiencia.
Platillos como la ensalada de nopal ahumado, el cerdo con semillas de calabaza, cordero al barbecue o los tacos de pato confitado son solo una muestra del festín sensorial que aguarda, disponible tanto en el menú degustación como a la carta.
Con un promedio de $40 dólares por persona, este oasis gastronómico ofrece no solo una excelente relación calidad-precio, sino también una experiencia gastronómica que despierta los sentidos. Desde desayunos hasta almuerzos, de lunes a domingo.
Fauna, Valle de Guadalupe
Ubicado en Ensenada, Fauna es mucho más que un simple restaurante: es un destino gastronómico que ha cautivado a los comensales desde su apertura en 2017. La visión de los chefs David Castro Hussong y Maribel Aldaco Silva se refleja en cada plato, donde rinden homenaje a los ingredientes locales de manera creativa y deliciosa.
Los platos, cuidadosamente elaborados, son una fusión de sabores y técnicas, destacando ingredientes locales como la lechuga a la parrilla con caballa. Además, los postres son una obra maestra en sí mismos, combinando ingredientes locales con una técnica espectacular, como se ve en su semifreddo de miel con helado de leche y caramelo salado.
Comer en este restaurante va desde los $1,700 hasta los $2,800 pesos mexicanos por persona aproximadamente; dependiendo de la cantidad de platillos, entre otros factores.
El entorno de Fauna es tan encantador como su cocina. Situado dentro del proyecto Bruma, el restaurante cuenta con vistas impresionantes desde su comedor y terraza, especialmente al atardecer. La atmósfera es acogedora, con una gran mesa de madera comunal que fomenta la camaradería entre los comensales. Además, forma parte de un complejo que incluye un viñedo, una bodega y un hotel con villas y habitaciones.
Pangea, Monterrey
Ubicado en el corazón de Monterrey, México, Pangea emerge como una obra maestra culinaria, con el chef Guillermo González Beristaín como su visionario creador. Desde su apertura en 1998, este restaurante se ha convertido en un estandarte de la cocina contemporánea mexicana y un destino imperdible para los amantes del buen comer.
El talento detrás de cada plato es inigualable. Originario de Baja California, González Beristaín trae consigo una riqueza de experiencia culinaria adquirida en prestigiosos lugares como París, Madrid y Nueva York, donde junto a su fiel discípulo, Eduardo Morali, lidera una cocina que fusiona técnicas culinarias francesas con ingredientes locales, creando una experiencia gastronómica sin igual.
La carta de Pangea es un testimonio de su excelencia, destacando platos emblemáticos como el cabrito braseado en salsa de cerveza, una verdadera delicia para los sentidos. Ya sea que optes por disfrutarlo a la carta o dentro de su exquisito menú de degustación de tres o diez tiempos, cada bocado te transportará a un mundo de sabores exquisitos y texturas exquisitas.
Para acompañar estas exquisitas creaciones, Pangea cuenta con una impresionante cava de vinos, cuidadosamente seleccionados por el mismo González Beristaín, quien también dirige su propia bodega en Baja California.
Sud 777
Un viaje culinario inigualable donde el chef Edgar Núñez da vida a Sud 777, un oasis gastronómico donde fusiona las técnicas aprendidas en sus viajes con los humildes ingredientes autóctonos de México.
El escenario en Sud 777 es tan vibrante como el propio Núñez, con una atmósfera festiva que invita a la celebración. El espacio de líneas limpias se divide en varias salas, cada una con un ambiente íntimo que te invita a sumergirte en una experiencia gastronómica única.
El menú de degustación, que cambia mensualmente, ofrece una mezcla exótica de platos, desde ostras con tuétano y alcachofa, hasta bacalao negro servido con pepino, cilantro y cacahuates. Los perfiles de sabor se desatan con los postres: pitahaya y salvia, limón y ginebra, y té ahumado con pimienta, chocolate y naranja.
Para acompañar estas experiencias culinarias, Sud 777 ofrece una extensa selección de maridajes de vinos, así como opciones de jugos e infusiones, que complementan a la perfección cada plato del menú de degustación.
